La Paz, 25 mar (Prensa Latina) Como parte de su política de industrialización con sustitución de importaciones, Bolivia avanza hoy hacia el empleo del biodiésel y el etanol, dos formas de biocombustibles, aseguró el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina.
«Estas políticas, que son desarrolladas en otros países -afirmó citado en una nota institucional-, han sido definidas por nuestro Gobierno como parte de la sustitución de importaciones y como política de transición energética hacia fuentes más limpias».
Agregó el titular que, en ese contexto, se trabaja de la mano del sector privado para establecer los mecanismos ambientales, económicos, financieros y regulatorios necesarios.
El Decreto 5135 autoriza la incorporación de aditivos de origen vegetal como el biodiésel y el etanol en una proporción de hasta el 25 por ciento, lo cual las autoridades consideran necesario ante el aumento de la demanda que tendrá el mercado nacional de mezclas y aditivos.
La semana pasada, el presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció ante representantes de medios periodísticos en la Casa Grande del Pueblo (sede gubernamental) que antes de que concluya marzo entrará en funcionamiento la primera planta de biodiésel del país en Santa Cruz.
Esta factoría producirá diésel ecológico y tendrá establecida una determinada mezcla con el diésel fósil para su comercialización», explicó Arce.
Añadió al respecto que la normativa 5135, aprobada por el Gobierno nacional, busca no solamente ampliar la posibilidad de mezcla del alcohol anhidro (etanol) con la gasolina, sino también incorporar el diésel ecológico al importado.
La nueva industria procesará diariamente mil 500 barriles de biodiesel con aceites vegetales procedentes de plantas como el macororó, palma africana y soya, entre otros.
Fuentes gubernamentales cifran en 47 millones de dólares el importe de esta inversión, a la cual se sumará la Planta de Biodiésel 2 que se construye en El Alto y la de diésel ecológico HVO (aceite vegetal hidrotratado, por sus siglas en inglés).
«Para eso se necesitaba una normativa y el decreto, por lo tanto, apunta a dos objetivos claros, el de dar mayor margen de mezcla de hasta el 25 por ciento en función a estudios técnicos y reducir en 100 por ciento la importación de diésel», precisó el mandatario.
Molina informó que la planta cruceña generará mil puestos de trabajo directos y mil 500 indirectos, y reducirá en 100 millones de dólares anuales el costo de importación.
Para el ministro, otro asunto importante es el reciclado del aceite doméstico, que generará ingresos adicionales para las familias bolivianas.
Respecto a este particular, precisó que «también se están construyendo todas las facilidades para el acopio, tratamiento y procesamiento del aceite».